Ballet Mecánico apuesta por la colectividad en su primer álbum 'Primera Secuencia'

Fernando Pinzás ha decidido que su proyecto en solitario no sea un monólogo. Primeras secuencias es un álbum que desmantela la figura del solista y la reemplaza por un entramado de voces femeninas que transforman cada canción en un diálogo. En lugar de imponer una única perspectiva, Ballet Mecánico abre el espacio para que distintas sensibilidades se entrelacen en un mismo pulso. La pista de baile, en este caso, no es solo un lugar de evasión, sino un territorio de encuentro.

Cada invitada aporta una textura distinta, una manera de habitar el beat. Susana Fátima, Noelia Cabrera, Kat Kathia, Luxsie, Luminiscencia, Anabhell, Laura Rosales y Elva Cío no son meras intérpretes, sino coautoras de la atmósfera del disco. Sus voces no decoran las canciones, las construyen. En No Cederé, por ejemplo, la presencia de Susana Fátima convierte la canción en una declaración de resistencia, mientras que en Testamento, Luminiscencia imprime una melancolía que resuena en cada sintetizador.

La decisión de Pinzás de descentralizar su propia voz es un gesto que va más allá de lo musical. En un contexto donde el protagonismo suele recaer en figuras masculinas, Primeras secuencias propone una estructura colaborativa que desafía la noción de autoría tradicional. No se trata de una colección de canciones con invitadas, sino de un álbum donde la identidad se construye en conjunto. Cada tema es una conversación, una negociación entre estilos y emociones.

El synthpop, el ítalo disco y el Hi-NRG funcionan aquí como un lenguaje en común. Los sintetizadores no solo marcan el ritmo, sino que crean un espacio donde las voces pueden expandirse sin restricciones. La producción, a cargo de Pinzás junto a Antonio Ballester, Oman Morí, Rafael Benavides y Juancho Esquivel, refuerza esta idea de comunidad sonora. La música de Ballet Mecánico no busca imponer una visión única, sino abrir caminos para que distintas subjetividades se expresen.

En tiempos donde la individualidad suele ser el eje de la creación artística, Primeras secuencias nos recuerda que la música también puede ser un ejercicio colectivo.